Cómo puedo ser más creativo

Bienvenido al día 3 de Musa 2.0

En la clase de ayer aprendimos tres técnicas para escribir sin editar y vimos que hay otra forma de entender el primer borrador, esa criatura con tanto potencial.

 

Hoy vamos a aprender algunos hábitos que te ayudarán a ser más creativo y harán que tu creatividad vuele cuando te sientes a escribir. Gracias a estas herramientas podrás incubar las ideas para que lo que escribas esté más inspirado.

 

Estas actividades las puedes aplicar para superar un bloqueo concreto, pero son sobre todo útiles cuando las utilizas de forma constante. Si las haces tuyas, verás que escribir se vuelve un placer cada vez más fácil.

 

Todos podemos tener un momento inspirador, pero cuanto más ejercitamos nuestra creatividad más fácil es que ese momento llegue, e incluso llamarlo nosotros mismos.

Todos somos creativos, igual que todos tenemos un cuerpo, pero algunos tienen ese cuerpo más desarrollado que otros y pueden realizar grandes proezas físicas más fácilmente que otros. Por otro lado, cualquiera, por débil que sea, si se encuentra en peligro, puede sacar fuerzas de donde parece no haberlas.
 

La creatividad funciona igual: hay que ejercitarla día a día para que cuando la necesitemos esté disponible.

ser más creativo musa soñadora

Cómo ser más creativo: tres sencillos hábitos

Escribe nada más te despiertes

Si quieres ver qué aspecto tiene la musa, el inconsciente en acción, despiértate un poquito antes y empieza a escribir, sin café ni ninguna otra droga que te ayude a sobrellevar la mañana. Si antes de leer nada, de mirar el móvil, de hablar con nadie –antes de forzar el arranque de tu hemisferio izquierdo– escribes, estarás escribiendo con tu parte más creativa sin que la parte crítica interfiera.

 

Cuando aprendí este truco, que leí del libro de Dorothea Brande, Becoming a Writer, pensé, «ni de coña». Iba a ser una pérdida de tiempo y de preciosos minutos de sueño. No sé tú, pero yo soy un zombi nada más despertarme.

 

Sin embargo, precisamente ser un zombi es lo que busca esta práctica. Este ser vil hambriento de café y galletas es inmune al superego de la sirena. Recién despertado, tu cerebro racional-analítico está temporalmente inactivo. Que se te caigan las tazas o te pongas la ropa del revés es una buena noticia: ser un poco torpe equivale a ser más creativo.

 

Lo más importante de este ejercicio no es el texto que produzcas, sino cómo te sentirás el resto del día después de haber cumplido con tu propósito nada más despertarte. Este pequeño esfuerzo se convertirán en una gran energía y vitalidad para el resto del día, y cuando, al fin, te sientes a escribir, tu creatividad y tu confianza serán más altas que nunca, pues le habrás demostrado a la sirena que no la necesitas, al menos hasta que tengas que llamarla para editar.

 

Haciendo este ejercicio descubrirás que produces líneas repletas de imaginación y fantasía, líneas que luego podrás utilizar en tu proyecto o que te inspirarán para el resto de la jornada. Habrá días en que lo que escribas será una basura, pero incluso en esos días te valdrá pena, porque le habrás dedicado tiempo a lo que te importa de verdad: escribir.

 

Cómo crear el hábito de levantarte antes para escribir

Empieza despacito con los nuevos hábitos. No pretendas despertarte media hora antes si normalmente te cuesta madrugar. Haz lo siguiente:

 

La primera semana despiértate cinco, ¡solo cinco! minutos antes. Estamos creando el hábito de escribir antes de empezar la jornada. Ser más creativo no debe hacerte sufrir.

 

La segunda semana despiértate diez minutos antes. A la tercera, despiértate quince minutos antes. La cuarta semana, despiértate veinte minutos antes, o media hora si lo prefieres, y a partir de entonces procura hacerlo habitualmente. Si en algún momento no puedes prescindir de esa media hora de sueño, vuelve a la rutina de los cinco minutos, que no suponen ninguna diferencia, para que así puedas recuperar fácilmente el hábito.

 


Sueña despierto e incuba las ideas

Si no sabes cómo continuar con una historia o necesitas ideas nuevas, acuéstate un rato. Dormita o directamente duerme, con una alarma de no más de veinte minutos. Es probable que recibas un sueño muy intenso, que retendrás fresco en la memoria. Ponte a escribir de nuevo. Durante el sueño habrás incubado tus ideas, y esto te ayudará a ser más creativo.

 

¿Por qué sucede así durante las siestas y no cuando nos vamos a dormir por la noche? Simplemente porque cuando dormimos muchas horas seguidas nuestros ciclos son muy largos y no podemos recuperar toda la información que viene a nosotros en forma de sueños. Nuestro hemisferio creativo está activo, sí, pero no podemos acceder a él porque ya hemos olvidado, entre tantas idas y venidas del proceso del sueño, lo que nos quería decir.

 

Puede que pienses que estás perdiendo el tiempo y quieras simplemente ponerte manos a la obra nada más sentarte frente a la pantalla. Si tienes ideas, te has hecho tu mapa mental y estás preparado, ¡adelante! Si, por el contrario, no tienes claro por dónde empezar, pruébalo.

 

Incubar las ideas es un proceso fundamental para que cuando te sientes a escribir la creatividad fluya.

 

Es tan necesario como la energía que nos proporciona el comer. Es cierto que podemos prescindir de comer durante un tiempo, pero la mayoría de nosotros (salvo un puñado de gurús) necesitamos aportar energía a nuestro cuerpo. Sucede lo mismo con la escritura: podemos escribir sin haber incubado las ideas, pero en muchos casos resultará un fracaso.

Aprende a hacer una pausa o nunca nada podrá alcanzarte.Doug King

Cómo utilizar la siesta para ser más creativo


Antes de echarte a dormir, asegúrate de que tienes a mano material para anotar las ideas que te vengan al despertarte.

(opcional) Revisa las notas sobre el proyecto para el que quieres inspirarte.

(opcional) Busca disparadores creativos, palabras o imágenes aleatorias, que le den una nueva dirección a tu mente.

Ponte un temporizador de entre diez y veinte minutos, según lo que te cueste dormirte. No querrás dormir mucho rato, porque te puedes despertar abotargado en lugar de repleto de energía.

Mientras te viene el sopor, visualiza el proyecto, la escena, el problema, para que venga a ti en sueños.

Cuando despiertes, escribe las ideas que te hayan venido a la mente. Si no has soñado nada o no has tenido ninguna inspiración, igualmente revisa tus notas y observa si se te ocurre algo nuevo. ¡Te sorprenderá el resultado!

El truco de los grandes pensadores para la creatividad

Le has dado muchas vueltas a una idea o problema y necesitas alejarte para poder adquirir algo de perspectiva, pero no tienes tiempo para una siesta larga o para salir a dar una vuelta. No te preocupes: hay maneras de acceder al inconsciente por un breve lapso para que te ayude a ser más creativo y dar con ideas frescas.

 

Te voy a dejar hoy con un truco que utilizaron algunos de los grandes pensadores y artistas de la época contemporánea, como Edison y Dalí. Es un truco muy sencillo que puedes aplicar de forma rutinaria o si te sientes bloqueado alguna vez.

¿Cómo se hace?

Concéntrate en el problema de la forma habitual, para ver hasta donde llegas, hasta agotar las vías abiertas.

Siéntate o recuéstate en una butaca o en la cama, en un lugar cómodo.

Toma en tu mano un objeto que haga ruido al caer (unas llaves o unas canicas) y deja la mano fuera de la butaca.

Abandona el problema y relájate.

De vez en cuando vuelve al problema de forma muy vaga, sin dejar que ocupe toda tu atención, simplemente teniéndolo presente de fondo.

Al poco tiempo, sobre todo si estás cansado, te quedarás dormido. Tu mano se aflojará automáticamente y el objeto caerá, despertándote de ese sueño ligero que se había apoderado de ti.

Te despertarás con ideas nuevas y frescas, con un cambio de perspectiva, o al menos más despejado.  


Durante ese sueño ligero descubrirás que habías visualizado ese problema, esa trama escurridiza, ese personaje que se te escapaba, de forma diferente a la que tenías mientras pensabas activamente en ello. Esto es porque la musa, que utiliza tu hemisferio más creativo, el derecho, ha empezado a asociar ideas cuando desconectabas el lado izquierdo, el lógico, al entrar en el sueño.

 

Si continúas enfrascado en el problema, no permites a tu cerebro que acceda a toda la información que está disponible en ti, toda tu experiencia. Para ello no hay nada mejor que desconectar (y dejar que la musa conecte por sí sola).



Espero que te haya sido útil la lección de hoy. Ya sabes que puedes contarme tu experiencia o contactar conmigo con tus dudas y problemas en los comentarios aquí abajo, en mi correo marta@writermuse.es o en las redes sociales: facebook y twitter.

También puedes acceder a la clase de ayer para repasar lo que dimos: Día 2: Cómo puedo escribir sin editar. O a la clase anterior: Día 1: Cómo puedo escribir más.

Tu tarea para hoy:
Invoca a la musa utilizando alguno de estos métodos. Échate una siesta o entra en un duermevela con la intención de hacer aflorar tu parte inconsciente y creativa. Después del «descanso» ejercita tus músculos: escribe sobre las ideas que te hayan venido a la cabeza. ¿Te ha inspirado algo nuevo?

Nos vemos mañana. ¡Que tengas un feliz día!

One Comment on “Día 3: ¿Cómo puedo ser más creativo?”

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *