El sistema que necesitas para tus fuentes de inspiración

Este artículo pertenece al proyecto WriterMuse: creatividad para escritores, que finalizó en septiembre 2018. Encontrarás todos los artículos publicados bajo la etiqueta WriterMuse. Si te preguntas qué fue de WriterMuse, he escrito un artículo para contártelo; en el mismo podrás bajarte, además. todos mis recursos de escritura creativa.

Tu trabajo es coleccionar ideas. La mejor manera de coleccionarlas es leer. Lee el periódico, el tiempo, las señales de tráfico, los rostros de los extraños. Cuanto más leas, más podrás elegir lo que te influirá.Austin Kleon

¿Tienes un cajón donde depositas tus fuentes de inspiración, las palabras, imágenes, ideas, etc. sobre las que algún día podrías escribir, es decir, un lugar donde guardar tus tesoros?

 

Si es así, ¡fantástico! Si no, ahora es un buen momento para empezar a coleccionar tesoros. Hoy vengo con un sistema para encontrar, guardar y reutilizar estas fuentes de inspiración siempre que lo necesites.

La imaginación no es un don pasivo, es una parte de ti que necesita que la nutras y que la sorprendas.

¿Por qué necesitas un sistema para tus fuentes de inspiración?

Tú ya eres un ser creativo y quiero que seas plenamente consciente de ello. Existen muchas herramientas para hacer trabajar la imaginación en el momento justo en que la necesitas, como los ejercicios de pensamiento lateral, el binomio fantástico y la lista de 20 ideas, entre otras, pero para que tu creatividad dé más frutos debes abonarla adecuadamente.

 

Dicho menos agrícolamente: tu Musa ya posee vastas cantidades de material con las que trabajar, pero este material puede encontrarse lejos de su alcance, tan lejos que ni siquiera se acuerda de que lo tiene, como todo lo que mandas al trastero «por si acaso». Esos «por si acasos» los olvidas y no sabes que los tienes cuanto al final te hacen falta, y lo mismo pasa con las ideas que almacenas: necesitas un sistema para refrescarlas de tanto en tanto y poder aplicarlas a tu proyecto.

Si organizas tus ideas y las visitas con frecuencia, a los demás les parecerá que tienes una respuesta fresca y novedosa para todo, y tú no te aburrirás nunca.

 

Tener un buen sistema de almacenaje y procesado para las ideas y fuentes de inspiración te servirá para dos cosas: una, integrar la información en el inconsciente, de modo que sea más fácil que conecte lo existente con información nueva; dos, recuperar para el uso consciente, como una tormenta de ideas o un ejercicio de escritura automática.

 

Pongamos que un día ves un documental sobre ballenas. Lo que harías normalmente sería verlo y olvidarlo al cabo de unos meses, pero si tienes un sistema de almacenamiento y recuperación, el documental siempre estará fresco en tu memoria. Imagina que ha pasado un año y estás escribiendo sobre un personaje que va dando tumbos, dirigiéndose hacia el desastre sin posibilidad de salvación, y entonces te acuerdas de una de las imágenes del documental, una ballena varada, y utilizas la idea de la desorientación y las anomalías magnéticas para construir una bonita analogía. Esto ha pasado gracias a que has visto una nota que te recordó el documental.

 

El sistema funciona aún mejor si no te limitas a guardar el enlace o anotar el nombre del libro que te sobrecogió, sino que tomas notas detallando los dos o tres elementos que más han llamado tu atención, con los que quieres quedarte. Al tomarte un tiempo de reflexión y anotar las ideas, estas dejarán un surco más profundo en tu mente y permanecerán más tiempo en tu memoria. 

 

Mini-consejo de escritura nº1: lleva siempre material para escribir encima, ya sea una libreta, una servilleta o un móvil. Una variante de este consejo que tiende a desquiciar a la gente que vive contigo: ten a mano material para escribir en cada habitación. Yo ya no sé cuántas libretas hay danzando por la casa…


Colecciona lo que ames, lo que te haga sentir algo, lo que te inspire. Eres la suma de lo que te influye en la vida.

El sistema para almacenar y recuperar ideas

Es importantísimo que puedas revisar tus notas, y aún más que sea al azar, porque lo que no revisamos periódicamente es como si lo perdiéramos, nuestra memoria lo elimina. La mejor manera de mantener las ideas frescas y listas para que las asocies con información nueva es utilizar un sistema que te las traiga a la memoria, y el elemento añadido de azar te ayudará a estimular tu creatividad.

 

Esto parece bastante complicado, pero no lo es. Se puede hacer con tecnología y sin ella, de forma digital y de forma analógica:

Sistema 1: digital

Evernote + Reflectapp

Evernote es una de las aplicaciones más potentes de captura de notas, que te permite incluso guardar páginas desde tu navegador. La versión gratuita es más que suficiente para tus necesidades. Con Evernote y su organización por libretas tendrás fácil acceso a todas tus ideas, imágenes, vídeos, etc. y podrás hacer una búsqueda por palabras o etiquetas, si alguna vez buscas algo concreto.

 

Además de Evernote necesitarás Reflectapp, una aplicación que utiliza las notas guardadas en tu Evernote para mostrarte una serie de notas al azar para que las revises. Puedes determinar qué libretas revisar y cuáles no y aplicar más filtros para personalizar la revisión.

 

Si quieres saber más sobre Evernote, pásate por el artículo de Excentrya: Evernote para escritores.

 

Sistema 2: analógico

Tarjetas índice + archivador

Si la opción digital no te convence, entonces los archivadores son tus aliados. Almacena en pequeñas tarjetas índice ideas sueltas y guárdalas para consultas posteriores. Divide tus fuentes de inspiración e ideas en distintas secciones o archivadores para poder acceder a ellas más cómodamente y añádele el elemento de azar etiquetando cada sección y cada tarjeta con un número o letra. Una vez al día lanza unos dados o piensa en una combinación al azar y revisa las notas correspondientes.
 
Una variante de este sistema es el tarro de la felicidad de Lluvia Beltrán, encaminado principalmente a motivarte.
 

Un inconveniente del método analógico es que si llevas mucho tiempo almacenando ideas es fácil que acabes enterrado en archivadores, lo cual dificulta que encuentres la nota que andabas buscando.

 

¿Alguien ha tenido alguna vez uno de estos bien ordenado?

Fuentes de inspiración y dónde almacenarlas (figurativamente)

Ideas en la hucha

Las ideas pueden ser tramas para nuevos relatos, situaciones interesantes, conflictos que dan juego… Atesóralas como monedas en una hucha, pero una hucha de abrefácil, no de las que te da reparo romper porque son muy monas. Es, además, una hucha mágica, y por cada idea que saques y utilices, aparecen dos más para guardar. (Ya sabes eso de que las ideas engendran más ideas).

 

Vale, igual la hucha no era la mejor analogía, pero quería utilizar una imagen de una cerdita simpática.

Imágenes en la pinacoteca

Una pinacoteca suele estar bien organizada, y este orden puede ser lo que necesitas si buscas una obra concreta, pero la pinacoteca de tu Musa debe también contar con un elemento de aleatoriedad. Olvídate del recorrido catalogado y deja que te aborden imágenes diferentes cada día.

 

El inconveniente de almacenar imágenes es que para acceder a ellas necesitas una pantalla. Imprimirlas no es una opción para la mayoría de nosotros: uno de los ingredientes de la tinta de impresora es la sangre de unicornio, tengo entendido.

 

La mayor parte de mi inspiración visual viene de Deviantart, del apartado Daily deviations, donde diariamente seleccionan una decena de obras de arte de gran calidad. También sigo a algunos artistas consagrados como Foxfires Snowskadi. Por otro lado, de vez en cuando amplío mi colección de imágenes a través de páginas de museos de arte clásico y contemporáneo, como ARTmine o hago una visita a alguno de mis museos preferidos con Google Museum Views. Ah, ¿y sabías que el Museo Metropolitano de Nueva York te permite descargar montones de obras de dominio público en alta resolución? Yo las utilizo de fondo de pantalla.

Palabras en el tarjetero

Las palabras son como una tarjeta de visita, una invitación para conocer mejor una realidad o concepto. Por ello debes siempre estar atento a las palabras que pertenecen a mundos nuevos con los que no estés familiarizado, y atesorarlas, pues tienen un gran poder evocador.

 

Colecciona palabras bellas que te inspiren, aunque después no las utilices. Muchas de las palabras que nos sorprenden es porque tienen una forma extraña que no encaja en cualquier ranura, pero cuando encuentras el hueco para ellas es como si vieras a un hijo encontrar su primer empleo, aunque sea en el McDonald’s.

 

Una de mis palabras preferidas. A esta sí que va a ser difícil buscarle curro…

Temas en la arqueta

La arqueta es ese cofrecito tan delicado y hermoso donde pongas lo que pongas parece que no puedas hacerle justicia. Por eso aquí irán tus temas: los conceptos en torno a los cuales gira tu novela. Esas ideas que te emocionan, el motivo por el que escribes.

 

Temas como el amor, o más concretamente el amor de dos hermanos y los celos que provoca la preferencia de los padres por uno o por otro. O la lucha contra una enfermedad crónica y mortal y la valentía de los que viven el día a día con la muerte. O la reencarnación y las vidas pasadas, un tema, por cierto, sobre el que me gustaría escribir algo bello algún día.

 

Lecturas en el alijo

El «alijo» es el escondrijo de la mercancía de contrabando, aquello con lo que no quieres que nadie te pille.

 

La lectura, sobre todo si eres un escritor atrevido y un poco truhan, debe ser una fuente de inspiración directa para tus propios relatos. Roba metáforas, personajes, descripciones, ritmos, estructuras… y escóndelas en tu alijo. Llegará un día en que puedas apropiarte de algo que otros antes que tú escribieron y darle un toque que lo haga tuyo.

 

¿Algún friki del Diablo 2 reconoce este alijo?

Música en la torre de CD

¿Has tenido alguna vez una de estas, de las de plastiquete barato? Mira que eran feas, yo me alegré el día que pasaron de moda. (Si eres más clásico puedes optar por un estante para vinilos).

 

Al igual que las experiencias, la música que escuchamos viene dada por las necesidades del momento (y por lo que dicta la moda), por lo que es fácil que acabes escuchando siempre lo mismo y abandones la música de otras épocas tuyas en el ático de la memoria.

 

La música puede conducirte a memorias que creías perdidas, hacerte revivir cómo se sentía esa niña adolescente que cateaba mates o ese chaval rockero con mal de amores. Si esto no es una fuente de inspiración, que baje Euterpe, la muy placentera Musa de la música, y lo vea.

 

Atrévete con el azar y escucha una canción aleatoria de todas las que hay en tu ordenador, cuenta de Youtube, Spotify o magnífica torre de CD.

 

Experiencias en el baúl (de los recuerdos uuuh)

Almacenamos experiencias cuando escribimos un diario, pero salvo en raras ocasiones y en limpiezas primaverales o mudanzas, nunca leemos viejos diarios y por tanto no retornamos a esas experiencias. Pensamos que nuestra memoria guarda todo lo que es importante para nosotros, y así es, pero hay multitud de pequeños detalles de tu día a día que se esfumarán con el tiempo. Si empiezas a almacenar esos detalles y a mantenerlos vivos en la memoria, se convertirán en las mejores fuentes de inspiración, de las que extraerás las historias más vívidas.

 

Durísimos momentos en que tu cerveza estalla. Esos mejor no recordarlos.

Conocimiento en el arca

El conocimiento no es útil solo para la fase de investigación de tu novela. A lo largo de la vida vas a aprender infinidad de cosas que pueden resultar una fuente de inspiración en algún momento, si estás preparado.

 

En el arca es donde guardarás el documental sobre la guerra de Vietnam, el seminario de horticultura, la charla TED sobre coches autónomos, los apuntes de la carrera que abandonaste, los vídeos sobre cómo hablar en público, el ensayo sobre alquimia egipcia, e incluso los manuales de Ikea, si crees que has aprendido algo con ellos (yo los he borrado como un pequeño trauma).

 

No se trata necesariamente de que algún día requieras esos apuntes sobre la crianza del avestruz, sino que estos conocimientos, si los mantienes frescos, te inspirarán asociaciones nuevas y te ayudarán a desmontar las rígidas estructuras mentales que te llevan a trillar los mismos caminos una y otra vez.

 

Disparadores creativos en la gaveta

Los disparadores los tienes que tener siempre a mano para cuando la duda o el bloqueo del escritor te azoten, por eso debes guardarlos en la gaveta del escritorio, listos para ser usados. (Todo esto es figurativo, eh, puedes guardarlos en una libreta digital de Evernote y santas pascuas).

 

¿Te hacen falta algunos disparadores? Te recomiendo los que propone Iria López Teijeiro en su libro Saca al escritor que llevas dentro.

 

Textos reciclados en el contenedor (azul)

Cuando escribes siempre acaba sobrando un montón de material del que tienes que deshacerte por el bien de tu manuscrito. Hay veces que no resulta fácil desprenderse de algunos pasajes, bien porque son secciones perfectamente hiladas o bien porque son bellos, pero si al final no contribuyen al relato, distraen o confunden al lector, tienes que hacer de tripas corazón y sacarlos de la narración.

 

Como te recomendaba en Un truco de revisión fundamental: reciclar escenas, no le des a la barra de retroceso tan rápido: guarda estos fragmentos en tu archivador particular y revísalos de tanto en tanto. Cuando llegue el momento sabrás cómo usarlos.

 

Y si necesitas más…

Recuerda que siempre puedes buscar nuevas experiencias, escuchar la música de tus amigos, utilizar otros disparadores, etc.

 

Y recuerda también que el mundo exterior (la calle, la naturaleza) es la fuente de inspiración más fértil. Acude a tus fuentes de inspiración por costumbre y como auxilio, y sal a la calle también como hábito y como ayuda contra el bloqueo.

¿Y tú, tienes un sistema para almacenar y reutilizar tus fuentes de inspiración?


2 Comments on “El sistema que necesitas para tus fuentes de inspiración”

  1. Hola, Marta. Gracias por la mención 🙂 Me ha gustado mucho tu post, me parece muy útil, así que tomo nota de todos tus consejos. Me ha encantado lo de tener una libreta en cada habitación porque yo las tengo por todas partes, ¡me pierden las libretas y cuadernos!
    Un saludo :-))

    1. Hola, Lluvia:

      Gracias a ti por tu comentario :). Yo también tengo libretas por todas partes y es una desesperación a veces encontrar lo que buscas. Sin embargo, procuro mantener el hábito de pasar cada cierto tiempo lo que quiero guardarme al ordenador para que no se pierda. Me encanta usar Evernote para eso, y la combinación con ReflectApp para que me lleguen todos los días 2 o 3 recordatorios de notas antiguas.

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