Cómo puedo escribir sin editar

Bienvenido al día 2 de Musa 2.0

En la clase de ayer repasamos las tres técnicas principales (escribir a ciegas y con un temporizador y dejarte notas mientras escribes) y aprendimos una nueva para evitar bloquearnos mientras escribimos (el mapa mental). Hoy quiero enseñarte más maneras de escribir sin editar para que no te interrumpa tu crítico interior, la sirena, mientras haces tu trabajo creativo.

 

Con esta guía quiero darte tres herramientas más y un lema para que escribir sin editar te sea mucho más fácil.

 

¿Estás preparado?

 

¿Cómo haces para escribir sin editar?
Silencio a la sirena.

«Mejor no escribir nada que escribir esta basura», te dirá tu crítico interior, la sirena. La sirena es una aguafiestas, pero también es sabia. Al fin y al cabo, te hace examinar lo que vas a decir antes de decirlo. Te para los pies justo antes de publicar un comentario furibundo en Facebook o de decirle una verdad dolorosa a alguien querido. Te hace recapacitar sobre tus palabras y buscar una alternativa más diplomática, como «podríamos probar a sacarlo del fuego antes», en vez de «se te ha quemado el arroz».

 

Pero eso es todo lo que hace. De la sirena, el lado derecho del cerebro, provienen los cambios estructurales, la precisión léxica, la sensación de que algo falla o algo falta. Es fundamental para el proceso de edición.

 

Sin embargo, el proceso de edición tiene que venir después.

 

Si empiezas a editar antes de tiempo, bloquearás el flujo de palabras. Sería como si filtraras toda el agua que transporta un río hasta el mar. Llegaría el agua, sí, pero completamente vacía de vida, pues no habrías dejado pasar ni a las plantas ni a los peces ni a los guijarros ni a los sedimentos que completan el río. Convertirías el río en un mero canal aséptico.

 

El análisis prematuro interrumpe el flujo de tu escritura, hace que tus dedos dejen de deslizarse sobre el teclado, como si tu mente se hubiera quedado en blanco. Esto es porque la musa se ha marchado, pues es bastante sensible y se retira cuando empiezas a criticarla.

musa 2.0 digital

Tres herramientas para escribir sin editar


Escribir desordenado

No se puede escribir la primera frase hasta que la última haya sido escrita.Joyce Carol Oates

¿Te acuerdas de aquella cantinela de «el orden de los factores no altera el producto»? Pues bien, así es. De hecho, cuando más desordenado, mejor: significa que estamos dejando que la parte creativa de nuestro cerebro tome el mando. Surgirán ideas más inesperadas e ingeniosas que si intentamos atenernos a una estructura formal.

 

Es normal que los escritores nos quedemos bloqueados intentando sacar esa primera frase perfecta que hará chiribitas los ojos de nuestros lectores. Por eso no podemos empezar por ahí. Aunque conocemos el tema o la escena que vamos a escribir, no la conocemos desde dentro lo suficiente para que nuestra primera frase tenga el impacto deseado.

 

La introducción vendrá sola, cuando hayas escrito lo demás y hayas «pillado» el texto. Puedes probar con empezar por la conclusión. Escribir una conclusión a mitad camino o al principio puede ayudarte a ordenar tus ideas y a darte cuenta de si lo que has escrito hasta el momento ha cumplido las promesas que establece tu conclusión. Ten siempre en mente cómo vas a concluir.

 

A nivel de párrafo, tampoco pretendas seguir una estructura, porque lasideas no forman fila en silencio y quietecitas y porque a medida que escribes van viniendo más ideas que no respetan la cola. Ya las atenderás más adelante según su número cuando estés editando.

 

Escribir es jugar con tu creatividad; editar es recoger el cuarto después. ¡Disfruta con el desorden mientras juegas!

Síndrome de Diógenes textual

Llevas horas aporreando el teclado y tu cabecita y parece que no ha trabajado nada, por culpa de la barra de retroceso. Un truco para no dejarte llevar por ella es, simplemente, no retroceder nunca.

 

Como un valiente, sigues adelante, aunque se te pongan los pelos de punta por esa falta de ortografía colosal, por ese paralelismo roto, por esa frase que te garantiza la expulsión del taller de escritura de los viernes.

 

En lugar de borrar cada una de esas ocurrencias nefastas, déjalas estar y escribe una barra como esta «/», y haz punto y aparte con una alternativa.

 

¿Y por qué no borrarla sin más?

 

Por dos razones: una, porque mientras escribes debes pararte a pensar lo mínimo acerca de lo que estás produciendo, ya que te frenará. Si intentas tomar la decisión sobre si perdonarle la vida o no a esa frase, estarás frenando tu creatividad. Dos, porque muchas veces esa línea atroz resulta que contiene algo útil que nos sirve después de un poquito (o mucho) de edición.
 

Haz varios intentos, pero no deseches ninguno: ¡nunca sabes qué tesoros encontrarás en la papelera de reciclaje!

Escritura automática

El ejercicio de escritura automática es muy útil para poner en marcha el motor, aunque te sorprenderá la cantidad de ideas que puedes utilizar en tu proyecto actual. Este ejercicio también sirve para cuando te sientes poco creativo o incapaz de sentarte a escribir «seriamente». Te demuestra que sí que puedes hacerlo y que sí que tienes ideas, y te ayuda a anular a tu sirena, porque, al ser como un juego, tu sirena no se lo toma seriamente y no interviene.
 
Durante diez minutos, escribe sin parar, cualquier cosa. No importa que lo que escribas no esté enteramente relacionado con tu idea inicial, y es posible que la mente te lleve por otros derroteros; acéptalos e incorpóralos a tu escrito. No estás buscando coherencia textual, lo que te interesa es no parar de lanzar ideas y acostumbrarte a escribir sin editar.

 

Si haces esto podrás transitar por caminos que normalmente cierras, por considerarlos poco relevantes o inútiles. Ahora que está permitido, explóralos. Quizá te topes con caminos transitables que llegan a algún lugar.

 

Si, por cualquier motivo, has interrumpido un proyecto, haz unos minutos de escritura automática al día, enfocados a este proyecto. Así podrás seguir en contacto con las ideas, con la trama, con los datos de la investigación… y darás con nuevas ideas y perspectivas, libre de la presión de tener que producir algo publicable.


El primer borrador es mágico, ¡quiérelo!


primer borrador mágico

¿Verdad que a los niños no les exigimos que sean perfectos nada más nacer? Les permitimos decir «cabió» en vez de «cupo» porque aún están aprendiendo. Si contemplas a tu primer borrador como a un niño que aún necesita ruedines, sus logros te impresionarán más y sus fallos te inspirarán paciencia y compasión.

La misión del primer borrador no es ser, de entrada, un buen texto, sino el vehículo para que te expreses libremente.

Si a tu texto le falta cohesión, palabras evocadoras, un diálogo rápido y enérgico, es normal. Es el primer borrador. Recuerda que el primer borrador es un niño lleno de potencial que se convertirá en un adulto cuando lo edites.

Para aprender a escribir sin editar hay que concienciarse de que tu primer borrador es un juguete con el que experimentar. Si impones unas reglas de juego muy estrictas, limitarás la experimentación y el resultado será poco imaginativo. Visualiza que dialogas con un niño cuando está jugando con sus Legos. Si le corriges porque está mezclando las piezas de la nave espacial con las del castillo, reprimirá su creatividad. Igual el resultado es un fiasco, pero tal vez te sorprenda con una síntesis arquitectónica inaudita.

Nadie nace sabido, ni ningún borrador nace novela publicada.

 
Tienes expectativas irreales sobre lo que debería ser la escritura porque te faltan referentes de lo que en realidad es. Los únicos borradores que ves son los tuyos. La clave es darse cuenta de que todo lo que ahora te decepciona (la falta de cohesión, las palabras menos acertadas, el diálogo aburrido, etc.) es responsabilidad de la revisión, y no es malo en absoluto.

El primer borrador es un contenedor de reciclaje donde tiras ideas, no palabras. Las palabras las filtrarás en la planta de reciclaje cuando edites.

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Imprímete este lema y déjalo bien a la vista mientras escribes.



¿Qué te ha parecido la lección de hoy? Si tienes alguna duda o quieres compartir tus ideas, puedes escribirme en los comentarios aquí abajo, en mi correo marta@writermuse.es o en las redes sociales: facebook y twitter.

También puedes acceder a la clase de ayer para repasar lo que dimos: Día 1: Cómo puedo escribir más.

Tu tarea para hoy:
Escoge una de estas herramientas y aplícala a tu escritura. Escribe tan solo 10 o 15 minutos.

¿En qué ha cambiado la manera en que escribías? Ser consciente de los cambios te ayudará a aplicar nuevos hábitos productivos en tu proceso de escritura.


Nos vemos mañana con ideas para crear el hábito de la creatividad. ¡Disfruta del día de hoy!

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